En memoria de mi amor hoy demando a mi olvido, argumentando que es imposible hacerle honra a su nombre, pues tu nombre lo respiro a cada instante de mi vida, no puede olvidarte aunque mil años le ofrecieras para hacerlo.
En memoria de mi amor cautivo del lenguaje mudo de tus besos y de ese Adiós ausente de tu boca, muy lejano a tu oído, temblando te escribo mi última frase de amor y mi última esperanza que muere con el grito de este amor sincero que a los cuatro vientos pregona tu olvido.
En ti quedan mis ilusiones impregnadas como una mirada al pasado en una sonrisa cautiva, en ti queda mi más grande lágrima en el más corto y profundo suspiro del poema que le hizo brillo a tu esperado amor.
Ya no hay más palabras que imploren tu regreso y supliquen tu presencia a corta distancia para que este amor encuentre consuelo, no hay canciones ni besos que me digan con su muda expresión lo que siempre anhelé oír de tu voz.
Ya no hay más amor que buscar, ni más amor que ofrecer, porque al igual como te vi llegar, te vi marchar sin poderte detener, y después de dar todo, mas ya no puedo prometer, tan solo ilusas esperanzas que violan el tratado del amor, “dadivoso amor ”.
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