Si me pidieran escribir los versos más tristes al igual que Neruda…
solamente podría inspirarme en tu recuerdo,
acordarme que te he perdido,
recordar el error de haberte conocido…
Para que mencionar las estrellas y los astros a lo lejos,
para que mencionar algo que siempre fue opacado por tu presencia,
porque no mejor hablar de tu partida y como me dejaste
tan solo acompañado de tu indiferencia…
Aquel viento de la noche
que con cada brisa se burla de mi pesar,
aquel que entre lamentos me trae los ecos de tus sonrisas,
aquellas risas ya perdidas bajo el mar…
Se que te podría escribir los versos más tristes esta noche,
pero solo seria alimentar a tu soberbia,
darle a beber de mi sangre y
arriesgarme a perder el último suspiro de tu presencia…
Te atreviste a dudar si alguna vez te quise,
cuando a ciencia cierta se lo poco que me querías,
aunque fuiste testigo de todo lo que hice,
no dudaste en echar sal en mis heridas…
El cielo infinito fue testigo tantas veces que te tuve entre mis brazos…
en noches como esta recuerdo cada uno de tus besos,
regresa a mis labios el sabor de tus mentiras,
y reniego de cada uno de tus abrazos…
Pero como olvidar tus grandes ojos,
aquellos que cegaron mis sentidos
y me hicieron caer en la trampa de tus sinsentidos…
Puedo escribir los versos más tristes esta noche,
decir que simplemente ya no te tengo, que te extraño,
que te sigues colando entre mis sueños,
pero simplemente no le hallo sentido,
ya no le hallo el mínimo caso…
Seguir quejándome por haberte perdido,
es alimentar aquel deseo de tu compañía,
pensar en mi voluntad perdida,
admitir que contigo se me fue la vida…
Te recuerdo frente a la inmensidad del mar en aquellas tardes
en que el sol moría al contemplar tu belleza, esa sensación,
ahora se me figura más inmensa la soledad de no tenerte en mi habitación…
Quisiera no guardarte en mi memoria,
haberte borrado y poder continuar con mi vida,
pero simplemente veo las estrellas
y me doy cuenta que no te tengo,
que estoy solo en el camino por donde vengo…
Mi alma fue miserable estando contigo,
pero créeme que no se alegra por haberte perdido,
al contrario llora, soy un alma en pena, un triste muerto-vivo…
Al despertar mis manos te buscan en mi almohada,
por cada esquina te busca mi mirada,
y abro los ojos, y tampoco te tengo,
hasta en sueños te tengo perdida,
hasta en sueños dejaste de ser mía…
La luna llena alumbra mi sendero,
su luz blanca tampoco conoce tu paradero,
nadie sabe donde te encuentras,
a veces dudo si quiero saberlo…
A lo lejos me parece vernos,
como antes abrazados y fingiendo estar contentos,
pero me acerco, a solo darme cuenta que has cambiado,
y me doy cuenta que tampoco soy el mismo…
Y grito, ¡ya no te quiero!..
y ya ni la noche me cree cuando le miento,
pero ella estuvo con nosotros en aquellos momentos,
fue la única testigo, la única que ahora comprende mis lamentos…
Entre lágrimas me digo cuanto la quise,
veo a la luna y me rectifica:
no la quisiste, todavía la quieres…
Mi voz busca tus oídos
para saber que me escuchas,
pero hasta los sordos me hacen mas caso,
hablar contigo es tener ganas de acumular tiempo perdido…
Y se que estas con otro,
como lo estuviste antes,
como lo estuviste aun estando conmigo,
y me duele aceptar tu hipocresía,
me duele aceptar lo que ahora escribo…
Y trato nuevamente de renegar de tus cabellos, tu mirada, tu cuerpo, aquellas caderas donde a diario hubiera querido perder el tiempo…
y me repito ya no te quiero,
mientras las lágrimas se escurren
y mueren apenas tocan suelo…
Ya no se si te quise o si aun te quiero,
mi cabeza esta delirando en el más loco de mis sueños,
que grande fue mi amor, pero más grande me resulta tu olvido…
La razón está contenta de haberte perdido,
el corazón llora no haberte retenido,
mientras a solas sufro el ultimo dolor que dejaste,
y dejo estos versos, los últimos que te escribo…
(anonimo)
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