Deseo confesar que te amo, de todas las formas, a excepción de solo una,
De la forma que tu quieres que te ame. Y no es que no quiera amarte de la forma que tu lo deseas, simplemente, que no la encuentro.
Quizás mi amor silencioso no despierta ese sentimiento reciproco, y aun cuando no digas nada, sé que cuando tus ojos brillan te desboronas por dentro y no te sientes correspondida.
Pero me gustaría enseñarte mi corazón y no sientas miedo por encontrar la verdad, porque mi verdad es que te amo con cada gota de sangre, con cada espacio de mí ser.
No somos perfectos, y lamento haber dicho palabras hirientes acaecidas por la ira del desentendimiento, pero más no por la del amor, y pido perdón por las palabras que mañana seguiré diciendo y te perdono por las que tú también me dirás.
Y mañana con la experiencia de los años vividos, sonreiremos de lo sucedido, nos sobraran las fuerzas para decirnos Adiós y fuerza para reconquistarnos. No tengas miedo te ofrezco mi mano, mi vida, mi amor.
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