Hace dos dias me entere que partiste a ese mundo de sombras
y luces del que mucho se dice, y del cual los vivos nada conocemos. Te fuiste
casi a las 7.00pm, entre la luz del dia y la oscuridad proxima de la
noche. No pude despedirme o no quise despedirme, no sé si por verguenza o temor
aque me increparas algo, alguna culpa, algun pecado, para ser sincero tuve
miedo, o simplemente no quise verte en ese fribolo hospital donde estabas
postrada por culpa de una maldita enfermedad que te habia sentenciado a muerte;
sé que hice mal, que debi ir a verte, quizas haya sido la ultima cita de buenos
amigos que hace mas de un año posponiamos, y que finalmente no sé dio. Hoy es
tu entierro, queria ir, pero has de saber que sigo teniendo miedo, sé que me
estoy encubriendo en mis termores de una culpa que no encuentro, de una culpa
que no tengo. Sé que dejas a un niño, al cual su segundo nombre elegiste el de Orlando en honor a mi, disculpame por no
aceptar ser su padrino de bautizo, tenía mis razones las cuales nunca
comprendiste, pero en fin, ya no tiene caso, ya te fuiste, no sé si fuiste
feliz, pero sé que fuiste valiente, porque antes que mujer fuiste madre, una
madre muy valiente, aunque no hayas podido con la bendita muerte.
Te prometo que en navidad ire a visitar a Orlando, le
llevare un regalo, pero no le hablare de ti, es muy pequeño aun, no sabra quien
soy, solo le dire que soy su amigo.
Descanza en Paz Diana Lesbit.