Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.
Juventud, divino tesoro, ya te estás marchando y tengo miedo no volverte a ver, miro atrás y nos sabes cuánto añoro, aquellos años cuando tenía veinte y muchos amores por querer.
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.
Juventud, divino tesoro, tiemblo y tengo miedo envejecer, te estás marchando tan de prisa, que en mis miedos e iras, no quiero aceparlo, y a mis responsabilidades quiero desconocer.