Parece que fuera ayer cuando descubrí en una boca el sabor de un beso, que para ser el primero debo de ser sincero no me gusto, sentí vergüenza y hasta asco, y a los pocos minutos me dio un dolor de estomago que hasta juraba que era por ese beso, pero en realidad era por algo que había comido. Tenía 14 años de edad.
Ese beso fue el resultado de una apuesta que perdí, la cual consistía en aguantar la respiración por mas de 70 segundos, si no lo hacías, recibías un castigo, y mi castigo fue dar un beso por la misma cantidad de tiempo a una chica de la cual no sabia ni su nombre, pero que por las circunstancias del destino estaba ese día allí, era la amiga de alguien, era gorda, tímida, algo agraciada y morena. Le di ese beso obligado por mis compañeros que a vivas hacían saber que en este juego se paga y sin más remedio tuve que besarla por 70 segundos exactos, porque si en algún segundo desistía tenía que volver a hacerlo.
El tema a esa edad siempre eran las mujeres, sexo, y muchas historias que ha nuestra edad contábamos como si tuviéramos toda la experiencia verde de un cuarentón, yo nunca me quedaba atrás, siempre tenia una historia de la última conquista, en mi imaginación, esra tan rápida que tenia nombres de la chica, lugares, y detalles intimos. De como le sacaba el calzón, de los gestos que hacia, las posiciones que tomaba. Todo coherentemente preparado para responder a las preguntas inquietas de mis compañeros. Y aquel día, aquel beso, fue el primero en mi historia, pero no el primero en mi mente, porque a esa edad besaba una y otra vez el puño de mi mano simulando los labios de marleny una vecina de mi edad muy tímida que por años me había vuelto loco, pero que jamás nos dijimos nada, hasta que un día se fue. Paso mucho tiempo para que yo volviera a tomar los labios de una mujer, pues la timidez y la tartamudez era una enfermedad que se agudizaba cada vez que tenia cerca a una mujer bonita; a pocos meses de cumplir los 16 años tuve mi primera relación sexual con una chica de 23 años, una inquilina de casa, si se le puede llamar relación sexual cuando existe una introducción del pene y no una eyaculación, así es, nunca llegue a retorcerme de placer en esos muy escasos segundos porque mi hermano interrumpió aquella primera velada placentera de mi vida.
Recuerdo que aquella noche ella llego con unas copas demas, más que de costumbre, pues trabajaba en un bar y yo el típico amigo que entre juegos la manoseaba intentando excitarla sin que se diera cuenta, pero aquella noche ella me beso y me pidió que me sacara la ropa, ya en la cama, estaba un poco asustado, ella en la cama ya desnuda lo podía ver entre la poca luz que un televisor de blanco y negro y lo hice, me desnude, yo juraba tener toda la experiencia, pues ella lo pregunto, y no podía quedar en ridículo, pero a fin de cuentas lo hice, pues todas esas historias que contaba no me ayudaban en nada. y todo lo hizo ella.
Y así viví mis primeras experiencias no tan amorosas, la primera por un bendito juego de adolescente que las consecuencias psicologicas fueron de no gustarme las gorditas ni las morenas y el segundo buscando un beso encontré algo más que jamás termine, quedandome el sabor de una anciada noche de placer que hasta mis 18 años, pues con un bella mujer en un 01 de enero al amanecer pude apetecer.
Estoy seguro que todos tienen una historia que contar.
Ya publicare unos poemas que tengo por alli, pero por ahora quiero explotar esa madera de escritor que algunos dicen que puedo tener, pero que igual me encanta escribir.
Feliz día de los enamorados y por supuesto también feliz día de la amistad. Y ya saben “ sean buenos católicos, amar es compartir”
De Orlando Jara (abogado) reciban un cordial saludo.