domingo, diciembre 21, 2008

A veces cuando solía escribir, necesitaba estar drogado

A veces cuando solía escribir, necesitaba estar drogado, drogado de penas y soledad, y lo hacía recordando todo aquello que me hiciere llorar, como la ausencia de un padre o la violenta furia de mi suerte al dejarme herido con un pie que me hizo diferente de jóvenes de mi edad o la indiferencia de una bella mujer que de alguna forma me logro cautivar, yo era un volcán de emociones que entre lagrimas respiraba desesperación, no habían salidas más que la maldita idea de un suicido al entrar en ese rito de depresión extrema, y era consciente de lo que hacía, pues cada vez que lo hacía sabia que cualquier cosa podía suceder, pero siempre creí tener las fuerzas suficientes para no caer más profundo en esa idea de suicidio.

El ser poeta a veces creo que es un deporte extremo, de esos de donde solo expones el alma y dejas el cuerpo. Ya hace tiempo que he dejado de practicar ese rito, de jugar con mis emociones y exponerlas en unas líneas que podrían ser las últimas, pero la verdad era más que emocionante, era cautivador y hasta satisfactorio, quizás porque después de hacerlo te sientes grande, más grande que la historia de Neruda, pero eso es solo ficción.

He vuelto a retomar este blog, donde escribiré toda esa furia, amor, odio, esperanza , sueños y fe, este ha sido y siempre será mi rincón” el rincón del poeta”

viernes, noviembre 14, 2008

Mi verso y yo

Mi verso y yo alguna vez conjugaron con la cara bonita de una mujer
Donde una frase tierna endulzaba su cálida boca y otra frase de amor
La hacía soñar con ese poeta experto que alguna vez supo amar.
Mi verso y yo éranos uno, siempre tenía más que una palabra bonita
Màs que una caricia suave, éramos libres a la hora de amar

Mi verso y yo, parece ser que se perdió en el dolor del amor
Pues las palabras bonitas que vertían como lluvia de mi boca
Se secaron, quizás por el cansancio de los años,
Aun cuando sé que el amor es infinito, pero aquello no significa
Que he dejado de amar, vivo con más razones para amar
Pero quizás ese amor dejaròn de ser esas aventuras de inquietudes
De besos extensos, rápidos, de juventud; donde esta todo eso
Todo ese amor versátil, de astucia para deleitar.
Sinceramente, entre estas líneas de poesía no están

En mi vida he sido más poeta que escritor
Y estas líneas solo son el reflejo de un pequeño espacio que el amor me dio.

martes, octubre 14, 2008

LA VIDA

la vida es una puta vestida de colores
a veces blanca como rosas primaverales
y a veces negra como como los sueños de ateo

viernes, julio 25, 2008

RELATO - EL PROFESOR CAÑITA / PRIMERA PARTE

Mi infancia en la época de primaria, diría yo que fue una época muy feliz, claro esta que siempre hay pequeños detalles de los cuales uno los recuerda con un cierto recelo y tristeza, más diría un poco de odio. Había terminado mi tercer año de educación de primaria en un colegio estatal muy cerca de donde vivía, mi madre era y es una ama de casa que cuando se trata de los Estudios exige mucho más, y es allí de donde vienen esos complejos de temor que en unas líneas más adelante relatare.

Bien, como decía, había culminado mi tercer año de Primaria, pero con un detalle tan irrelevante a esa edad, pero no para mi madre, ese detalle eran las notas de mi promedio final, tan desfavorables que le lleno de vergüenza, a mi en cierta forma me daba igual si no fuera por la paliza que me ofrendaba después de esos bien merecidos largos feriados por mi poco empeño para con los estudios, ya me había acostumbrado, siempre era igual, una buena paliza y a los días estaba el asunto más que olvidado y como todo niño a disfrutar de las vacaciones. Pero ese año fue diferente, pues decidió inscribirme en un curso particular para reforzar mi educación, lo creí un problema, pues mis planes vacacionales estaban siendo interrumpidos por las ideas de mi madre y su nivel educativo al cual deseaba que llegara. Fue un problema el cual estaba más que seguro que le encontraría una solución o al igual que el colegio sabría manejar.Meses antes, había oído hablar entre mis compañeros de salón y otros de grado más avanzado de un Profesor que vivía en la avenida Sullana, el cual le gustaba golpear a los alumnos con una tableta de madera agujerada, hasta dejarte las manos muy rojas y luego golpearte en el culo, decían que su aspecto era fantasmal, tenia los ojos hundidos y su cuerpo a lo mucho podía sostenerse con ayuda de el viento, pero que al golpear lo hacia con mucha fuerza, esa historia la vivieron muchos de mis compañeros, y sus experiencias eran aterradoras, pero para mi suerte mi madre no tenía referencias de el.

Así llego el primer lunes de la segunda semana de mis vacaciones, sentenciado a estudiar para mejorar mis notas, mi madre me llevaría a mi primera clase de reforzamiento primario, para entonces ya había alistado mis bolinchas y el infaltable trompo para no desperdiciar mi hora de recreo, más luego oí mencionar a mi madre que dicho centro de estudios quedaba en la misma avenida de donde se rumoreaba que vivía el Profesor cañita. Un tanto que me asusto la idea de encontrarme con esa leyenda horrorosa de la cual bastante había oido hablar. Entonces con mi voz inocentona pregunte, ¡mami, como se llama el profesor que me va a enseñar! Y su respuesta fue cruel. “El profesor Cañita” el infierno había tocado mi puerta y la hora de mi muerte estaba solo a unas cuantas cuadras y minutos de donde vivía, entonces me defendí, ¡ no mamá, yo no quiero ir donde el profesor cañita, es muy malo” seguidas de muchas promesas, como “ prometo estudiar mucho más”, prometo portarme bien y todas esas promesas que uno hace de niño y que no sirven de mucho; mi madre era una especie de Juez que cuando dictaba veredicto, ya no había derecho a apelación, más yo no estaba dispuesto a sacrificar mi vida sin antes haber luchado, pero mi madre era mi madre, ni mis lagrimas, ni mis lamentos ni promesas la hicieron cambiar de parecer y con látigo en mano me llevo al sacrificio como Abraham llevo a su hijo, y así llegue a las puertas del infierno.

Con una cara de desconcierto y con las lágrimas ya secas me asomaron a la puerta, y allí estaba, el diablo era tal como lo habían descrito pero más feo, tenia entre su prisión a sus detractores, todos ellos sentados en silencio, con sus miradas caídas y sus manos pegabas a sus carpetas, era muy extraño, pues allí estaba Luis el inquieto amigo de tercero de primaria y otros más de reputación muy buena cuando se trataba de hacer travesuras, todos con un respeto por el buen comportamiento, inmóviles, nadie sonreía, eran como mascaras deformadas por ese diablo llamado “Profesor Cañita” y allí me encontraba en la puerta, sostenido por mi madre para que no huyera, entonces el diablo desvió su mirada hacia mi y fue suya mi voluntad, no podía moverme, ni mirar a nadie más, ese temor que infundía su mirada era más que suficiente, entonces saludo a mi madre y me ordeno que me sentara en una carpeta que estaba vacía y en primera fila, estaba más que seguro que era reservada para mi, me senté adoptando la posición de mis compañeros, con la cabeza cabizbaja y las manos encima de la carpeta. Mi madre se encontraba dándole instrucciones o le daba cuenta de cuantos rojos había en mi libreta de notas, hasta que se fue; mi cuerpo experimentaba cambios inusitados, como el sudar y ponerme muy frío, pero no importaba, cuando el diablo podría hacerme sentir algo más que eso. El profesor cañita tomo una mota la cual la sacudió muy fuerte al lado de la puerta de salida creando un ventarrón de polvo con la cual confundí con una nube blanca y marque la puerta entre infierno y el paraíso de la libertad, borro el pizarrón.
Así empezó mi primer día clase vacacional con el mismo diablo, sin que pudiera rezar un padre nuestro, sin preguntas a mis compañeros ni miradas que traspasaran más allá de la pizarra y mi cuaderno, aun cuando la puerta de la calle estaba abierta y el mirar a través de ello era soñar con la libertad, el mirar mas allá de lo prohibido se había convertido en una hazaña, pues su mirada era más que una advertencia para no hacerlo, por cierto que aun no había visto aquella tabla de madera agujerada la cual era signo de dolor, no deseaba conocerla particularmente pero si tenia curiosidad por saber si era tal como me la habían descrito. La primera hora paso inadvertida, ejercicios matemáticos de sumas y restas que seguía con total facilidad, y hasta había comenzado ya a sonreír, claro, que con toda la discreción posible. De pronto un fuerte golpe azuzado por mi acelerado corazón quebranto esa paz en ese salón infernal, era la tableta de madera agujerada que se presento en la forma menos deseada, esta era colisionada una y otra vez con la mesa por su mano derecha, estaba llamando la atención a alguien muy detrás de mi, pero que no me animaba a regresar a ver, y es allí donde comenzó el verdadero infierno.
Alguien había dejado caer su borrador.

jueves, julio 03, 2008

LO MEJOR DE MI VIDA ESTA AQUI







YO SÉ QUE EN MI VIDA E HECHO MUCHAS COSAS BUENAS Y ENTRE LAS MEJORES DESTACA MI PEQUEÑO DANTES DANIELS, NACIO UN 10 DE MARZO DEL 2008 Y MI PEQUEÑA ALEXIA , LOS AMO HIJOS. ESPERO QUE ESTE BLOGS DE GOOGLE SE MANTENGA HASTA QUE TENGAN USO DE RAZON Y VENA LAS LOCURAS DE SU PADRE, NO LO SÉ, PERO SI QUISIERA QUE UN DIA LO VIERAN. LOS AMO

sábado, mayo 31, 2008

YO ERA SU AMOR NUMERO "SIN CUENTA Y UNO MAS" A SUS 19 AÑOS DE EDAD

Mi vida a los 26 años se puede decir que la he disfrutado con muchas mujeres y consecuentemente mucho sexo, pocas fiestas y casi nada de trago. Con muy Poco amor pero con mucho placer. Y esto me lleva a contarles aquella historia que tuvo co mo centro a una mujer que hizo de mi vida en un tiempo no muy lejano un dolor de cabeza.


Recuerdo que empezaba el primer día del segundo ciclo de universidad, estaba desanimado pues el ciclo anterior, no había tenido ni una conquista, ni siquiera un pequeño rose con la menos deseada del salón, pero bien, empezaba otro ciclo y mi suerte rodaba entre las nuevas estudiantes. Y muy tranquilamente empecé mis dos primeras clases, me senté en la parte final del salón para tener una mejor visión del panorama de los pasillos que parecían una pasarela de bellezas desfilando ante mí y, fue entonces cuando me fije en una mujer más apetecible que las anteriores, de una figura esbelta, cabellos negros, estaba seguro que me estaría buscando entre los salones, así lo pensé con una sonrisa de villano, hasta que la perdí de vista entre el pasadizo y la puerta del salon, mis ojos sintieron la necesidad urgente de volver a presenciar esa belleza, entonces salí en busca de ella y en la puerta ya saliendo mi boca y su boca estaban más cerca que nunca, era el sueño más rápido que se me había cumplido sin hacer ninguna plegaria anticipada, y allí estaba frente a mí iluminandome con su mirada y su aliento que quemaba a viva voz, mis labios, entonces la bese , la bese con un beso colmado de imaginación, y haciéndome a un lado dije” permiso”, y sin regresar a mirarla me dirigí al baño muy sonrojado.

El gran conquistador con algunas guerras perdidas en los últimos meses había tenido otra derrota ; no estaba seguro de lo que había sucedido, ya después de haberme refrescado la cara con un poco de agua regresaba al salón más calmado, y !horror! y no lo digo porque algo feo aquello que posesionaba mi carpeta, pues de ninguna forma lo era, era un horror de pavor, o como solemos decir me dio “roche” estaba sentada en mi lugar, y allí parado en la entrada me encontraba sin mediar exigencia alguna para que ella desalojara mi lugar, opte por retirarme del salón en busca de otra carpeta, puesto que ya no había lugares vacios para sentarme; rápidamente regrese en hombros con mi carpeta, ubicándome al lado de la puerta y de esa manera poder observarla detenidamente, y resulta que escogí el lugar equivocado, la profesora me hizo saber que estaba obstruyendo la salida y que lo mejor era que me sentara al final de la fila donde estaba ella, en lo cual respondí, ¡ aquí estoy bien! La profesora exclamo con voz mofa ¿Acaso le tienes miedo a la señorita o piensas que te va a comer? , en esos momentos deseaba que la tierra me tragara, era el centro de todas las miradas del salón, incluyendo el de ella, poco me falto llorar y salir corriendo como una quinceañera, no tuve más remedio que hacer lo que me pidió, las cosas de un momento a otro se calmaron en cierta forma, y digo en cierta forma pues no sabía cómo pedirle a la bella dama que ocupaba mi carpeta, mi maletín que estaba pisoteando con sus enormes tacos, tan difícil fue que nunca se lo pedí, prefiriendo prestar una hoja a mi compañero para escribir los apuntes de clase, y finalmente terminaron las dos primeras horas de clase y ella abandono la carpeta donde pude recoger mi maletín todo sucio.


En quince minutos empezaban las dos siguientes horas de clase con la misma profesora, tenía miedode entrar, lo hice después de media hora, y para cuando lo hice resulto que la profesora se había tomado la libertad de formar grupos de trabajo en el cual me había incluido en el grupo de ella, otro horror exclame de “roche” entonces me di cuenta que estaba tratando de huir de ella , decidí enfrentar la situación, me acerque al grupo de tres y les pedí reunirnos ese mismo día por la tarde en la plazuela Merino y, así avanzar con el trabajo académico que se nos había encomendado, todo el grupo concertó en la hora y lugar, un tanto temeroso me retiraba, hasta que oí su voz pidiéndome que la recogiera en su departamento, pues no era de la ciudad y posiblemente se podría perder, bueno, dije yo, actuando ser un valiente protector ¡ me das tu dirección y te recojo! Entonces arranco un papel de su cuaderno y yo, yo estaba sudando en esa mañana fría, me entrego el papel y de inmediato como un profesional seductor dije “hummmm espérame, allí estaré”


Y allí estaba, a la hora señalada, con el peinado más formal y con mucha más loción que la de costumbre, y después de tocar la puerta de su departamento, salió ella, una semidiosa casi diosa , orgulloso de mi, por haberme hecho acreedor de semejante trofeo sin haber lidiado con otros lobos. Después de un beso formal en el cachete nos retiramos al encuentro de los otros dos compañeros, no sin antes pedirme que la acompañara a una cabina de internet por cinco minutos, gustoso de la vida lo hice, nos sentamos juntos frente a la computadora y después de un cuadro publicitario pornográfico que encontramos en la computadora, nos miramos nuevamente sonriendo por lo sucedido y sin darme cuenta ella me estaba besando, y sus besos eran agitados, apasionados, excitantes y complacientes, terminamos de hacerlo, (mal pensados, de besarnos ) y ni uno de los dos hizo algún comentario de lo sucedido, esos cinco minutos se prorrogaron en un silencio de inmóviles criaturas ciberespaciales ; y la hora maldita de la despedida llego, confundido por ese silencio la deje en su “departamento” despidiéndonos de la misma forma con la cual nos saludamos.

Llegando a casa me di cuenta que mi cuaderno de apuntes se había quedado con ella, entonces decidí en ir a buscarla para pedirle mi cuaderno, ya tenía una excusa para volver a verla antes de mañana, y antes de salir de casa en su búsqueda me llamo al celular pidiéndome que la vaya a ver, que estaba aburrida, que quería conocer la ciudad, de inmediato le dije “estaré en allá en diez minutos” tome el auto amarillo de la familia y fui en su búsqueda. La lleve a conocer la ciudad, después de unas vueltas ya estaba oscureciendo, entonces decidimos ir a la universidad para ver como era el panorama de noche, no sin antes detenernos a charlar un poco de la vida en un lugar un tanto solitario y oscuro, este lugar estaba muy cerca de la universidad. Después de dos preguntas estúpidas idas de la razón, comenzamos con los besos apasionados y en menos de cinco minutos estábamos haciendo el amor y no era mi imaginación, aun cuando no estábamos completamente desnudos nuestras caricias empañaban las lunas del automóvil, nos la habíamos arreglado para hacerlo pues era un espacio demasiado reducido, éramos dos desadaptados muy normales pero desesperados que depositaban esa energía acumulada por los tiempos de obligada austeridad sexual , donde la formula de la mano no me satisfacía esa verdadera pasión de la carne. Y allí estábamos dos completos desconocidos hirviendo de pasión, hasta que termino ese encuentro de gloria, y me di cuenta de algo muy esencial en una relación de pareja esporádica, saber el nombre de con quién disfrutabas ese placer sobrenatural, regalo de Dioses, y para poder hacer alarde con los amigos.


No sabía cómo decirle "gracias" y llamarla por su nombre; nos vestíamos nuevamente con un silencio que solo rompieron unas luces de un patrullero que llegaron al lugar, seguramente alertado por algún vecino moralista con una juventud insatisfecha sexualmente, me baje del auto con los papeles respectivos, mientras que ella se terminaba de vestir rápidamente, todos mis documentos estaban en orden, el señor policía pregunto qué es lo que hacía en un lugar oscuro y poco transitado, la pregunta era estúpida, aun cuando no nos había encontrado infraganti, nos acusaba de haber alterado el orden público y haber faltado a las buenas costumbres. Entonces exclame un tanto alterado “Esta usted que le falta el respeto a la señorita, solo estamos charlando dentro del automóvil, y estamos aquí debido a que nos dirigíamos a la universidad y el auto se apago de la nada sin poder encenderlo, pero la ayuda ya la solicite a mi familia y deben estar en camino” muy sensata mi explicación, entonces me pidieron el nombre de la señorita, no sabía que decir, pues nunca en el poquísimo tiempo que la conocía había tenido la gentileza de preguntárselo, no encontré más salida inteligente que pedirle que se baje y que presentara su documento de identidad a los señores de la ley, no lo tengo dijo con voz picara, pero dio su nombre completo, fue una salida inteligente y gracias a ellos pude saber su nombre, los señores aun cuando no quedaron conformes con la información brindada, no tuvieron más remedio que marcharse, era propicia la ocasión para disfrutar nuevamente de otro momento más de placer, pero la seguridad de ser atrapados infraganti era latente.


Por primera vez pude llamarle por su nombre, camino a su departamento charlamos de los policías, de lo gracioso que se veían y de la forma como enfrentamos la situación, pero aquella noche nunca hablamos de nuestro encuentro amoroso. Y al despedirnos fue como siempre sería, “un beso en el cachete y nos vemos”. Aquella noche no pude conciliar el sueño, quería tenerla nuevamente en mis brazos, a la mañana siguiente la encontré en la universidad y éramos como dos completos desconocidos , no tenía ni una mirada para mi, aun cuando estábamos tan cerca, yo me sentía con todo el derecho de cuidar de ella, después de ese encuentro y hacerle saber a los demás que era mía, que nadie más la podría mirar o intentar conquistarla; me acerque hacia ella con un hola muy comercial, intente tomarle la mano, me esquivo completamente, quede un tanto avergonzado, su respuesta fue “Hola como estas, tengo clase, nos vemos” quizás era cierto, estaba sobre la hora y no tenía tiempo para un beso de enamorados, mi esperanza era encontrarla a la hora de salida, pues solo los lunes tenía un curso con ella, en la salida no pude verla y nadie me dio razón de ella, fui a verla a su departamento y aun no había llegado, así paso la semana, en la universidad, tenía miedo acercarme a ella por temor a otro rechazo, y esperaba que ella lo hiciera. Ya había perdido la esperanza completamente, llegando a creer que todo lo acontecido lo había soñado.

Finalmente llego el día sábado donde mi creencia de ese encuentro estaba más que seguro era un sueño, conformándome con eso, estaba resignado; inesperadamente recibí su llamada, decía que deseaba verme y decir que la vería en cinco minutos era demasiado tiempo, Salí de inmediato a su encuentro, cuando llegue me saludo como siempre, sin mediar explicación y mucho menos se la pedí del porque de su indiferencia hacia conmigo.

Me pidió un favor que ningún hombre joven dentro de sus cabales podría rechazar, me pidió pasar la noche en mi casa, es decir la casa de mis padres, allí vivía, la razón por la que quería pasar la noche conmigo era porque sus primas habían viajado fuera de la ciudad y temía quedarse sola, de inmediato mi respuesta fue positiva aun cuando no sabía cómo diablos a mi madre le iba a explicar que una amiga quería pasar la noche conmigo en mi recamara, me arregle como entrarla, aquella noche no quería que terminara, explore cada detalle de su cuerpo una y otra vez , amanecí con el deleite de las más ingenuas de sus miradas y me encendió el alma con la mas radiantes de sus sonrisas, me desnudo la piel con sus movimientos, olvidándome del tiempo hasta que sonó el despertador de la seis de la mañana, nos vestimos y salimos corriendo de casa para no ser descubiertos por mi madre, así pasaron varias semanas, en la universidad a veces amigos de un hola y otras veces dos desconocidos de un nada. Era una relación extraña y en cierta forma me sentía usado pero no podía evitarlo, cada qué vez que nos veíamos era para emprender una lucha desenfrenada de sexo.


Una noche en un hotel como era costumbre quería hacer el amor como siempre lo hacíamos, con la luz encendida, y así explotar mi mente morbosa con cada uno de sus movimientos de su cuerpo desnudo, ella repentinamente se opuso, era extraño pues siempre había sido con la luz encendida, me pareció extraño pero finalmente después de insistir acepto, más la sentía actuar con indiferencia, cohibida, insistentemente adhería sus senos con mi pecho, y no dejaba que la mirara de frente abrazándome sin soltar mi cuello. No quise preguntarle lo que ya imaginaba y con sumo cuidado sin que se dé cuenta le mire el pecho, corrobore lo que ya había pasado por mi mente, tenía tres mordiscones muy cerca sus senos, le pedí una explicación, entonces me dijo que había estado jugando con su prima Martha y esta la había mordido, y por muy estúpida que parecía esa respuesta le creí.


Las cosas con ella siempre eran contrarias, se molesto conmigo, se sintió ofendida, exigió que la dejara en su departamento, así lo hice, Aquella crisis fue superada cuando le pedí perdón por desconfiar de ella, que imbécil fui, pedirle perdón. Una tarde me llamo su prima para charlar, me pidió comprar una botella de ron para curar sus heridas de amor, y después de algunos tragos me hizo algunas confesiones de los pecados de su prima; que no era la señorita fiel que yo creía, que se besuqueaba con un viejo de un automóvil rojo, con su enamorado y con algunos otros más. Lógicamente me enfade con ella, defendiéndola con todos los argumentos morales y amicales. No se retractaba aun cuando pedía que lo hiciera, y aseguraba que era cierto, había perdido la razón por el trago, otra excusa más, olvidando la frese que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad.

En la tarde jani me llamo para decirme que no la vaya a ver, ya que tenía que estudiar con unas amigas y no le era posible verme, la duda ya estaba sembrada en mí, recordando aquellos moretones por su pecho y las declaraciones de su prima, aun cuando me resistía a creer. Comenzaron mis celos enfermos a causarme dolores de cabeza cuando descubrí que aquella jornada de estudios nunca se llevo a cabo, después de unas llamadas a los posibles lugares donde podría estudiar, nadie de sus amigos de la universidad había concertado en reunirse para estudiar, su prima confirmo que no era la primera vez que pasaba la noche fuera de su departamento.


A la mañana siguiente la espere desde la seis de la mañana fuera de su departamento, media hora más tarde un auto rojo se cuadro en la esquina de donde bajo ella y muy frescamente con una sonrisa de oreja a oreja se acerco ofreciéndome un beso, ese beso que jamás me había dado en la puerta de su departamento, el silencio era una de mis fervientes defensas, sin embargo esa vez no pude mas, le dije que se acercara para luego susurrarmeal oído muy suavemente “Eres una perra que no merece mi amor y si es por dinero me lo hubieras dicho para comprar temporalmente tu fidelidad” me marche del lugar con el corazón destrozado pero estúpidamente pensando en perdonarla. Pasaron dos días para que me confesara que es lo que había pasado esa noche y otras noches cuando se ausentaba de mis brazos y de su departamento.

Fríamente me confesó “confieso haber tenido un romance con el Papá de una amiga, pero nunca me acosté con él, cometí un error, lo siento soy humana, ya termine con el señor y esa es mi verdad, y con el enamorado de mi prima ese día estaba mareada no sabía lo que hacía, te quiero y no quisiera perderte” sin que pueda hacer una pregunta me abrazo y termine perdonándola en la cama. Las cosas ya no volvieron a hacer las mismas, tenía la desconfianza tatuada en mi pecho, me había convertido en su sombra. Odiaba sus vestidos escasos de tela y sus pinturas cubriendo su rostro, la hacían ver como una puta perdida en una calle decente.


Mi vida después de ello no volvió a hacer la misma, me había convertido en su sombra, vigilándola todo el tiempo, asegurándome que me sea fiel, la universidad había pasado a segundo plano, estaba seguro que era feliz con la seguridad de su fidelidad, pero aun algunas lenguas venenosas me confiaban unos certeros cuernos que con el sexo explotaba toda mi ira. Mi cuerpo comenzó a desfallecer a medida, perdiendo peso, descuidándome completamente de mi personalidad, Ella decidió dejarme por alguien que decía haber conocido el día anterior y que estaba completamente enamorada, ese día le pedí charlar y no quiso, de alguna manera la convencí para que subiera al auto con la promesa de no pasar la esquina, apenas su pies dejaron de tocar el piso puse el auto en marcha a toda velocidad, gritándole que se iba a morir conmigo, la lleve a un lugar lejos de la ciudad, atrás de un pueblo joven y mas allá de los matorrales, donde apenas la única luz que nos acompañaba era una luciérnaga, me monte sobre ella tomando con fuerza sus brazos, jurando que la dejaría en paz con la condición que hiciéramos por última vez el amor, la cual no acepto y juraba irse caminando a la ciudad, desafiando todo peligro en el camino, no la deje ir, creyendo que en verdad podría hacerlo, nuevamente me arroje sobre ella con fuerza, y le besaba el cuello insistentemente tratando de encontrar una respuesta de pasión, durante muchas veces me rechazo, sin embargo cuando ya estaba a punto de darme por vencido logre despertar a esa fiera sexual me había robado el alma. Nuestros cuerpos sudaban con el danzar de nuestros cuerpos, pero no podía olvidar que era la última vez que la tenía entre mis brazos.

Aquella noche jure no volverla a ver, la deje afuera de su departamento donde la esperaba su nuevo romance con las ansias de saber en donde había estado, entonces me di una carcajada y me compadecí de él, no sin antes desearles suerte y compadeciéndolo.


Pasaron dos días y para ser sincero extrañaba esas largas batallas desenfrenadas de sexo, pero mi orgullo había vuelto a tomar altura, era improbable que yo volviera a caer en sus brazos y aun cuando me llamaba no asistía a sus citas, resistiendo aquella ardiente tentación tan solo dos minutos de su tercera llamada, porque al minuto siguiente aquel orgullo decayó y en su búsqueda acudí, y la historia de siempre se volvió a dar, solucionando su infidelidad en la cama, donde explotaba toda mi ira, mi frio, mi calor, mi temor, mi paraíso de infierno.


Recuerdo una tarde cuando acudimos a la fiesta de un compañero de universidad, después de libar dos cervezas nuestros cuerpos se calentaron entre una mirada y un vamos, y buscando entre mi bolsillos no encontré ni una moneda para pagar un hotel, pero nuestras ganas eran más grandes que mi miseria, decidimos buscar un lugar lejano y deshabitado, encontrando uno más allá de un pueblito llamado los algarrobos y detrás de un arenal, exactamente a espaldas de la universidad Privada de Piura, siguiendo una carretera ciega que se perdía bajo la sombra de un algarrobo solitario, estacionamos el automóvil, y de inmediato intentábamos apagar ese fuego de amor, entre la sombras de ese solitario algarrobo y la arena inflamada por el implacable sol. Nuestros cuerpos se deshacían y, de vez en cuando un aire ligero nos refrescaba.

Nos perdimos en nuestra locura de pasión hasta que mis ojos advirtieron que una turba de insensatos estaba a muy corta distancia de nosotros y seguían acercandose, amenazando nuestras vidas, nos levantamos desesperados, nuestros cuerpos desnudos estaban atemorizados, de inmediato me coloque en el volante tratando de fugar ileso de esa situación y no había más salida que el huir en retroceso por el mismo camino por donde había entrado, donde más de diez desadaptados lo cubrían, puse el auto en retroceso a toda velocidad, cerrando todas las puertas con seguro y maniobrándolo como todo un profesional del volante, sin importarme si atropellaba a algún desadaptado, fueron segundos de desesperación y de pronto una piedra traspaso la luna de la puerta del piloto, lanzada por uno de ellos, impactando en mi brazo sin que pudiera sentir dolor; nuestros cuerpos desnudos temblaban, ya había recorrido unos 300 metros del lugar de los hechos y entre la llanura del incandescente sol podía visualizar a esa turba de desadaptados, pero me sentía seguro, y aun cuando nuestros cuerpos estaban cubiertos por cientos de pedacitos de vidrios de la luna rota y, apenas limpie su cuerpo desnudo de vidrios, decidimos reanudar la batalla de sexo , creyendo que esta vez nada nos impediría culminar, y a punto de coronarme en la batalla nuevamente me percate que los mismos desadaptados estaban a no más de cien metros, no di marcha atrás, tenía que terminar lo que había empezado por segunda vez, me apresure a dar ese golpe final de emociones perdidas y de glorias conquistadas, y mi cuerpo vibro por la droga del placer y del temor, sin perderlos de vista y empezó la segunda huida, con la diferencia que ellos ya no estaban en el camino de salida.


Aquella tarde de locura fue la más emocionante de mi vida; llegamos a su departamento, e inesperadamente había llegado su madre de visita, estábamos llenos de vidrios, donde la historia de una piedra que cayó cuando pasábamos por una calle donde había una pelea, fue sensata, me presento a su madre como el gran mejor amigo, una sonrisa mofa dibujo mi boca, a los pocos días descubrí que me engañaba con uno de los amigos de su prima, ya no sentí el dolor de la primera vez, solo el deseo de batallar con ella en la cama y en cualquier lugar, quizás supe siempre que me engañaba y yo era el amor numero "sin cuenta y uno más" en sus 19 años de edad.

Una tarde llego a mi casa sin avisarme con anticipación, y fue para decirme que se marchaba, puesto que alguien la esperaba en su ciudad natal para casarse, me opuse, le llore, le suplique que no se marchara que mi vida nunca más podría ser la misma, que me casaría con ella, y Finalmente no acepto quedarse y, en mi desconsuelo le escribí este poema.



Si te vas “Que importa ya”

Pues nunca fuiste para mí

Pero has sido mía,

Cada vez que yo lo quería

Y cada vez que tú me deseabas.

Y aunque no sólo fuiste mía,

Fuiste más mía que de otros,

Porque he penetrado mucho más que en tu pecho,

Mucho más que en tu alma

Y no lo sabes todavía.


Si te vas “Que importa ya”

Pero quédate un momento junto a mí

Para profesarte toda esa agonía

Que sufrirás en mi ausencia día a día,

Entonces sabrás que me amabas

Mucho más allá de tus fantasías,

Que galoparán en salvajes potros

Queriendo motivar aquel amor pasado

Que aún guarda escorias en el alma

De tantas noches que fueron tuyas y mías.


En cuanto termine de recitarle este poema se despidió con dos cachetadas y sin mediar palabra más que la de su mirada indiferente se marcho, aquella noche corrí mi automóvil a más de cien, deseaba morir, pero en esa carrera loca comprendí que solo era el sexo lo que me unía a ella, nunca más volví a saber de Jani. Hasta que alguien una vez me dijo que se fue embarazada y que posiblemente había abortado, pudo ser cierto, pues nunca me cuide, pero lo que más me dolió era que había terminado por casarse.

sábado, marzo 01, 2008

consejos para mi blogs pot muy faciles

El tener un blogs es muy fácil y una herramienta en la que puedes expresarte libremente, informacion en la web hay la suficiente, y si necesitas ayuda por alli esta bi correo.

En un principio desaparece la barra lateral pero me pregunte como harias mis visitantes para hacer una busqueda interna en mi blogs, entonces decidi volver a ponerlo, pero hay maneras de sacarlo, solo busquen y encontraran

miércoles, febrero 13, 2008

AQUI UNA HISTORIA DE ADOLECENTE COMO CUALQUIER OTRA

Parece que fuera ayer cuando descubrí en una boca el sabor de un beso, que para ser el primero debo de ser sincero no me gusto, sentí vergüenza y hasta asco, y a los pocos minutos me dio un dolor de estomago que hasta juraba que era por ese beso, pero en realidad era por algo que había comido. Tenía 14 años de edad.

Ese beso fue el resultado de una apuesta que perdí, la cual consistía en aguantar la respiración por mas de 70 segundos, si no lo hacías, recibías un castigo, y mi castigo fue dar un beso por la misma cantidad de tiempo a una chica de la cual no sabia ni su nombre, pero que por las circunstancias del destino estaba ese día allí, era la amiga de alguien, era gorda, tímida, algo agraciada y morena. Le di ese beso obligado por mis compañeros que a vivas hacían saber que en este juego se paga y sin más remedio tuve que besarla por 70 segundos exactos, porque si en algún segundo desistía tenía que volver a hacerlo.


El tema a esa edad siempre eran las mujeres, sexo, y muchas historias que ha nuestra edad contábamos como si tuviéramos toda la experiencia verde de un cuarentón, yo nunca me quedaba atrás, siempre tenia una historia de la última conquista, en mi imaginación, esra tan rápida que tenia nombres de la chica, lugares, y detalles intimos. De como le sacaba el calzón, de los gestos que hacia, las posiciones que tomaba. Todo coherentemente preparado para responder a las preguntas inquietas de mis compañeros. Y aquel día, aquel beso, fue el primero en mi historia, pero no el primero en mi mente, porque a esa edad besaba una y otra vez el puño de mi mano simulando los labios de marleny una vecina de mi edad muy tímida que por años me había vuelto loco, pero que jamás nos dijimos nada, hasta que un día se fue. Paso mucho tiempo para que yo volviera a tomar los labios de una mujer, pues la timidez y la tartamudez era una enfermedad que se agudizaba cada vez que tenia cerca a una mujer bonita; a pocos meses de cumplir los 16 años tuve mi primera relación sexual con una chica de 23 años, una inquilina de casa, si se le puede llamar relación sexual cuando existe una introducción del pene y no una eyaculación, así es, nunca llegue a retorcerme de placer en esos muy escasos segundos porque mi hermano interrumpió aquella primera velada placentera de mi vida.

Recuerdo que aquella noche ella llego con unas copas demas, más que de costumbre, pues trabajaba en un bar y yo el típico amigo que entre juegos la manoseaba intentando excitarla sin que se diera cuenta, pero aquella noche ella me beso y me pidió que me sacara la ropa, ya en la cama, estaba un poco asustado, ella en la cama ya desnuda lo podía ver entre la poca luz que un televisor de blanco y negro y lo hice, me desnude, yo juraba tener toda la experiencia, pues ella lo pregunto, y no podía quedar en ridículo, pero a fin de cuentas lo hice, pues todas esas historias que contaba no me ayudaban en nada. y todo lo hizo ella.

Y así viví mis primeras experiencias no tan amorosas, la primera por un bendito juego de adolescente que las consecuencias psicologicas fueron de no gustarme las gorditas ni las morenas y el segundo buscando un beso encontré algo más que jamás termine, quedandome el sabor de una anciada noche de placer que hasta mis 18 años, pues con un bella mujer en un 01 de enero al amanecer pude apetecer.


Estoy seguro que todos tienen una historia que contar.

Ya publicare unos poemas que tengo por alli, pero por ahora quiero explotar esa madera de escritor que algunos dicen que puedo tener, pero que igual me encanta escribir.

Feliz día de los enamorados y por supuesto también feliz día de la amistad. Y ya saben “ sean buenos católicos, amar es compartir”
De Orlando Jara (abogado) reciban un cordial saludo.

sábado, febrero 09, 2008

La vida es bella y siendo bella mi vida me desespera

La vida es bella y siendo bella mi vida me desespera, han pasado muchas cosas desde mi primer día de clase en la primaria, recordando a un asustado Paco yunque, arregostado fuertemente en las paredes que parecían mi trinchera, defendiéndome de todas las miradas atónitas que olían carne nueva con una sonrisa mofa. Ya han pasado muchos años, termine la secundaria , termine aspirando ser un buen abogado aun cuando mis padres carecían de medios económicos para darme el estudio, pero mi madre siempre decía que hay que luchar si quieres algo en la vida, nada viene fácil, que todo trabajo es bueno mientras sea honrado. Y así lo hice durante 6 años y más, trabajaba en lo que podía para poder pagar mis estudios en una universidad privada, muchos años cohibiéndome de una vida social como la de mis compañeros, pero no voy a negar que de vez en cuando, cada 2 o 3 veces al año iba a una fiesta, cosa rara suena cuando digo esto, pero en realidad así paso, quizás porque hasta el día de hoy no le he encontrado al trago ese sabor exquisito que dicen que tiene, o quizás porque me la pasaba demasiado tiempo trabajando y para las fiestas siempre estaba cansado.

En diciembre pasado culmine mis estudios de derecho, no lo podía creer cuando me libere del último curso que para la mayoría de mi compañeros había sido un dolor de cabeza, el curso de derecho empresarial, con el Dr. Carlos Cueva Alcántara, una Profesor recto y muy exigente, para mi fue un buen profesor, y no es que lo diga porque me paso de curso, o si, no, claro que no, fue un buen profesor. Después de aquello seguí los procedimientos como todo estudiante, fueron 6 años de muchas teorías que ya están revueltas entre historias de amor y cursos de nombre bien largo. Varios días después de haber terminado la universidad recibí la propuesta de un Dr. Que me enseño derecho tributario, respetable profesor de conducta intachable, muy sabio, y era adecuado para iniciarme en la ciencias ocultas del derecho, así comencé mis primeras practicas con este gran profesor, llevando mi primer caso, “delito sexual contra una mayor de edad” nos toco defender al supuesto violador que había sido denunciado en la camisería de castilla, pero cabe recordar que a solo dos horas después de haberse cometido el supuesto delito interrogue a la también supuesta agraviada, resulta que era una vecina mía, la cual no era santa de mi devoción aun cuando todos conocían a su familia como muy católica porque no había domingo que faltaran a misa, y también ni viernes , sábado ni domingo que no haya tragos en su casa hasta altas hora de la noche; el caso es que la interrogue y por lo que pudo decir no me pareció que había delito de violación, pues es muy difícil encontrar que los violadores vayan con sus victimas a un hotel, con sus 5 sentidos, sin coaccionar a su victima y que regrese a su casa para dejarla, y aun sabiendo que tiene dos hermanos delincuentes que podrían matarlo, y un padre que le gusta tomar el machete cuando esta borracho y furioso, y después de aquello quedarse charlando con mi vecina una hora, y dos horas después grite que a sido violada y que el ano le duele. Y que a la mañana siguiente cambie su declaración diciendo que había sido abandonada en un lugar descampado, sabiendo que varios vecinos la habían visto llegar con su supuesto violador. Algo sin sentido, pero me toco defender al supuesto violador, claro que quien realmente estaba a cargo era el abogado con el cual practicaba.

El abogado se puso al servicio del supuesto violador, la suma pactada era de 1500 soles fuera de lo que quería el policía encargado de la investigación, para matar el caso en la camisería nomas, y no pase a la fiscalía, aun cuando se sabia a ciencia cierta que este era inocente, pero todo mundo le saco dinero al supuesto violador, desde el policía hasta el abogado, este lo dio pues temia que lo envíen al penal y no violen. Jajaja, decía que tenia miedo que le gustara, bromeando en su desesperación y lo triste es que nadie hizo nada, así es ,nada, no movieron ni un papel. Ya después paso el caso a la divincri, y que allí también le sacaron dinero, pero la fiscal una mujer determino que era inocente sin que hubiese recibido ni un solo centavo.

La libertad cuesta, me estoy sumergiendo en este mundo codicioso, de malicia, corrupción, donde es difícil determinar quien es bueno y quien es malo, quien es limpio y quien juega con las dos caras, este abogado mi profesor tenia una vida intachable, o a menos así todos le conocían, no hay que negar que sabe mucho, conoce su trabajo de profesor enseñando leyes, pero se arrastra en ese bajo mundo de mujeres y alcohol, no voy a menciono nombres pues esta demás, creo que ustedes lo ven a diario, yo conviviré con ellos muchos años mas, tratare de no ser corrupto, aunque los consejos son que la corrupción es como “Dios” todos dicen ser muy católicos pero todos pecan.

Mi vida es bella pero siendo bella me desespera, no tengo atuendo de santo, pero me conmueven los débiles, y también los débiles como yo.
SÉ QUE ESTE NO ES UN POEMA, PERO YA ESCRIBIRE, HOY TUVE GANAS DE ESCRIBIR ALGO Y LO HICE Y ESPERO SEGUIR ESCRIBIENDO.