Que hacemos, cuando esto sucede, Dónde estan nuestras leyes de Derechos humanos, Dónde esta Dios..................? Donde las palabras terminan y el silencio comienza, es alli, donde me encuentro, tratando de comprender esto....... ?Cuántas veces más, tendrá que repetirse?...........
Con la brisa liviana salió esa mañana Despidiéndose con un beso dormitado De su pequeño hijo del que tanto departía En la conversación de cualquier invitado
Salió dejando dicho que en la tarde volvía A su mujer que beso toda despeinada que como todos los días desde hace dos años Lo despide con agua de café y una empanada
A esta ciudad llego muy niño y, con engaños Fue traído del pueblito que nunca olvida Y con él, los sueños más grandes de un poeta Vivir de verso en verso y ha saltos esta vida
Salió al trabajo de las doce horas completas Trabajo que un buen amigo lo recomendó Por una pequeña cantidad de monedas Que sus pocos bienes desesperado expendo
Pensando que por fin dejaría las veredas En las que sentado esperaba esas promesas De trabajo, que ha cierta gente le llegaba, Pero que ha el no, por algunas ligerezas.
No tomo en cuenta que seis años ya pasaban Años de sacrificio y extrema felicidad Que no han opacado ese entusiasmo de vivir Aunque viva con sueldos que son de caridad Llorando Ese día tenia hueca el alma pudiendo sentir Sus húmedas lágrimas de su niño riendo Diciéndole con su vocecita ¡Adiós Papá¡ Cuan si uno de los dos, se fuera despidiendo
Su alma fue recubierta por una gran capa De angustias, temores y desesperaciones Pidió permiso para salir mas temprano A una hora de culminar sus obligaciones
Cual le negaron con un apretón de mano. La desesperación por llegar a su casa Le trajeron recuerdos secos de un día hermoso Llora calmado sin saber que es lo que pasa
Y mirando al cielo con los ojos llorosos Sonríe con Dios, diciéndose ¡no pasa nada! Ya Culminaron las doce horas de trabajo Y va camino a casa con la voz callada.
Pasando la esquina escucho un fuerte carajo Repentinamente su cuerpo se derrumbo Por una puñalada que sintió en la espalda Que a muy pocos segundos su cuerpo, sucumbo.
Pensaría que son cuentas que la vida Salda Pero aquel día ese drogadicto se confundió Y por unos cuantas monedas fue verdugo De aquel hombre que tan poco la vida le dio
Podría especular que Dios así lo conjugo Para perdonarle una muy grande tristeza ¡Porque Dios perdona! .... Por la muerte de su hijo que ya presentía y que nunca supo con certeza
Ya en casa, en casa están, el cura los bendijo La madre llora y no hace falta ser vidente Para saber que pretende partir con los dos Y lo hará para cuando se marche la gente
Y pidiendo perdón, los tres enfrente de Dios Marcharan hacia él, ya no preguntaran jamás Mañana solo han de ser noticia azuzada Que se extraviaran entre culpas y lamas